Ya no se conoce lo que es el exterior y así logramos darnos cuenta de pequeños espacios que no sabemos si disfrutamos del todo, cada canción en vivo, cada pola en el anden, cada conversación con desconocidos, recordamos con esperanza de volver a vivir, sin saber que de igual manera serán solo unas cuantas semanas de disfrute para luego seguir en la rutina.
Ya no entendemos el darnos nuestro tiempo, qué es sentir tranquilidad, aún así seguiremos encerrados en nuestra miseria. Y los días pasan. Pasarán los meses. Pasará tu vida. Siguiendo los consejos con un sinsabor de boca cuando no te sientes realizado, cuando te das cuenta que tu vida no llega a ningún lado. Te llenas de ira que descargas contra quienes no lo merecían, no lo necesitaban. Ya no quiero estar ahora, ni en el pasado. El progreso se ha vuelto una forma de mostrar que mejoras sin saber si para tí o para los demás.
Esta sociedad no es colaborativa, pero esta bien, al final de cuentas peleas es por tí. ¿Es pelea o solo es seguir por que si? Varias preguntas retumban como tambores que dejan su eco y se esparcen por el aire, igual que los pensamientos. En ocasiones suelo imaginar muchas cosas pero mas que imágenes en mi cabeza no logran llegar a ningún lado, o quizá no las llevo a ningún lado. ¿Debo convertirlas en metas? ¿o solo debo dejar de soñar?. Visualizar que la realidad es esta y apesta, apesta como ese gato que lleva semanas muerto en un lote baldío, apesta como la miseria de existir y es así como seguimos deslumbrándolos y tratando de iluminar todo; ni siquiera para unx, pero si para los demás. De alguna forma es revolución, revolucionamos al saber que solo alumbras un camino cuando los demás solo ven sombras.
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